viernes, 28 de marzo de 2008
Transmutacion OR-2608
17/01/08
El impostor
Al amanecer, cuando las mujeres quejumbrosas por una pasion maltrecha de la noche anterior comían fresas crudas, algun incauto llamó a mi puerta fingiendo ser y llamarse Edgardo Franco. Sin embargo, su falta de entereza al representar el papel, sus casi escasos silencios, sus equivocaciones al recordar frases célebres, su torpeza cuando le obligué a recitar a Bukowski, y finalmente lo poco gracioso de sus bromas, me convencieron de que se trataba de un impostor. Inmediatamente, hice venir a los soldados, no sin antes propiciarle una golpiza y amenazarle con mi fria y precisa pistola: al amanecer del día siguiente, cuando los hombres con las uñas llenas de tierra y el vientre abultado comian pescado congelado, y en presencia de todo el regimiento, le fueron arrancados sus escritos, su ropa, y arrojado a la basura su lápiz de labios, para ser fusilado poco después. Así termino el hombre que se fingía Edgardo Franco .
"Jamás te enfundes en mascara de liebre que propicia la locura si aun no estas dispuesto a abandonar la racionalidad y ser gobernado por la demencia, o quizá tu fin sea común al de este impostor"
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